SEMANA SANTA 2014
Se acabó otro año más, se acabó la semana santa de la arpillera y la faja, la del culto interior expresado bajo el rigor del capirote, se acabó la Semana Santa de los que la viven en los veladores de los bares, o la de los que la observan desde las alturas, pertrechados en balcones y cierros, se acabó también la Semana Santa más dura: la de las ausencias, la de las camas de hospital o de la misma casa. Semana Santa de internet o televisión. Se acabó, ya solo queda la nostalgia y aquellas imágenes que nuestra memoria guarda con celo y que pronto pasarán a pertenecer a nuestro imaginario particular.
Un Miércoles de noche placida y futbol, otra vez, pero con gente en todo el itinerario , con cuerpo de acólitos en el paso de palio por primera vez, Miércoles de estreno en el paso del Nuestro Padre Jesús de la Salud, de cera pintada en el palio, de un comportamiento excepcional en los hermanos que dan testimonio y lustre a nuestra hermandad, aunque esto último no es una novedad, es lo de siempre afortunadamente. Miércoles Santo con más hermanos que han acompañado a Jesús de la Salud y a María Santísima de la Caridad en la calle, con la insignia que representa el cincuentenario de nuestra Hermandad por fin en la calle durante la estación de penitencia. Noche redonda como la luna de Nissan. Imágenes que se graban en nuestras retinas: el Cristo entre el incienso en la estrechez de la Calle Prim y la Virgen solamente iluminada por la zarza de su candelería a los sones de Margot.
Ahora llega el momento de analizar, reflexionar y ser humildes para no convertirnos en un mero espectáculo de masas y ser ejemplo para esos que no saben lo que ven, para los que solo existen chicotás de diseño o la caída de una blonda que la Semana Santa es algo profundo y enraizado en lo más hondo de nuestras vidas.
Solo me resta agradecer a todos aquellos que nos han ayudado durante la cuaresma y la preparación de la estación penitencias y pedirle a Nuestro Padre Jesús de la Salud, precisamente eso: salud para todos y que el año que viene podamos acompañarlo otra vez.
Manuel Gallero Caballero
HNO MAYOR