Estación de Penitencia en la noche del Miércoles Santo 2018.
Tres golpes en la puerta y está se abre para mostrar el Misterio. Un año más la Cruz de guía cruza el dintel de la Caridad y tras ella nazarenos enlutados forman un solemne cortejo que precede a Sagrada Imagen de Nuestro Padre Jesús de la Salud que, sobre lirios morados, bendice a Rota desde su paso caoba. Hermanos con cruz, hermanas de promesa, cirios, cruz Parroquial y más nazarenos, la pavera presidencia y los ciriales y tras ellos el paso de palio. Zarza que siempre arde. María Santísima de la Caridad, Madre del Amor Hermoso, de la mano de San Juan deambulan a los sones de marchas fúnebres.
Todo igual y todo distinto. Este año, un nuevo corazón palpitaba en el pecho de la Santísima Virgen, faroles iluminaban la trasera del palio y el escudo de nuestra Hermandad relucía en el faldón delantero del paso Cristo. ¡Cuanto amor tras cada uno de esos estrenos!
La calle Castelar se engalana y reluce en la oscuridad. La olvidada se ha convertido en la protagonista indiscutible de esta Semana Santa del 2018.
Después, unanimidad entre los que nos ven: de 10.
Y todo esto, es gracias a los que quieren a su Hermandad y no se vuelven por que saben que Ellos van a su lado, que no abandonan su sitio para no traicionar la leyenda que forjamos cada Miércoles Santo. Gracias a los que se ciñen la faja y el costal y se apostan en esquinas para ver la cofradía sin entorpecer el cortejo, dejando el protagonismo a los protagonistas. Gracias a los que se muerden la lengua delante del paso, para no dar rienda suelta a todo el sentimiento que guardan, por qué saben lo que es una cofradía de negro.
Gracias a los Acolitos que mantienen la compostura ante el Señor y la Virgen.
Gracias a todos, por qué sois vosotros los que con vuestro comportamiento y compromiso hacéis cada año más grande a nuestra Hermandad.
Que el Señor nos proteja y dé Salud para acompañarle otro Miércoles Santo.
Manuel Gallero Caballero
Hermano Mayor.