Ya pasó, ya se fue, tan rápido como siempre la Cuaresma y la Semana Santa han pasado como un suspiro, y desde el Lunes de Pascua empezamos a descontar del almanaque los días que quedan para el próximo Miércoles en el que la ceniza de nuestra frente será la señal inequívoca de que el ciclo vuelve a empezar. Y ante Jesús de la Salud, cuando baje de su altar para el besapiés del Primer Viernes de Marzo le diremos: Aquí estoy ¿Qué quieres de mí?, y Él, sin necesidad de decir nada, a cada uno y cada una nos hará saber que debemos mejorar en nuestras vidas para que ese compromiso sea verdadero.
Hemos vivido una intensa Cuaresma que empezó con los preparativos para el día 22 de Febrero, en el que el Señor de La Salud de forma extraordinaria salía para el Via-crucis Magno, organizado por el Consejo de Hermandades y Cofradías, para celebrar el Año de la Fe. Este piadoso acto dio paso al Quinario en honor de Nuestro Padre Jesús de la Salud, su devoto Besapiés del primer viernes de Marzo y la Función Principal de Instituto, donde con la Protestación de Fe renovamos nuestro compromiso cristiano con la Iglesia y con nuestra Hermandad. A partir de ese momento, todo se precipito: llega la parihuela de la Virgen, se monta el palio, se funde la cera, se traslada el palio, la papeleta de sitio, la limpieza de enseres, el concierto de Marchas procesionales y saetas, la presentación de la nueva piedra del Señor… Y sin sentir, Viernes de Dolores, María Santísima de la Caridad vestida de reina con el Discípulo Amado vuelven a la Capilla, y llega el paso del Señor, al que Jesús de la Salud subió este año portado por antiguos costaleros del Señor. Luego la víspera del gozo, el Martes Santo flores y preparación del cortejo y por fin MIERCOLES SANTO: misa de Hermandad a las 12 del mediodía y para culminar: LA ESTACIÓN DE PENITENCIA.
Este año nuestra estación de penitencia ha sido especial, no hemos salido a la calle y ante los pasos de Nuestros Amantísimos titulares rezamos un devoto y emocionado Via-Crucis. El tiempo no nos acompañó. Ante las previsiones de inestabilidad atmosférica, la Junta de Gobierno, en un ejercicio de responsabilidad, tomó la dolorosa decisión de suspender el ejercicio del culto externo que realiza nuestra Hermandad en la tarde noche del Miércoles Santo. Al final se demostró que esta dura decisión, fue la acertada, ya que como nos habían informado a partir de las 12 de la medianoche comenzaba a llover.
Desde aquí, agradeceros a todos los que habéis estado ahí para limpiar enseres, fundir la cera, montar los pasos, ayudar con las flores, contribuir con la campaña de un Kilo de alimento por papeleta de sitio, montar los cortejos… Pero especialmente, muy especialmente, agradeceros vuestro compromiso como hermanos en la asistencia a nuestros Cultos de Regla, por haber incrementado nuestro cortejo procesional este año, por vuestro comportamiento ejemplar durante la celebración del Vía-Crucis interno la noche del Miércoles y sobre todo por vuestra compresión y ánimos a la Junta de Gobierno ante la decisión de no realizar la salida penitencial.
Pasarán los días y los meses y volverá a florecer el azahar en los naranjos de la calle Charco, pero hasta que ese momento llegue todavía nos queda mucho que vivir y desde estas líneas te invito a que lo vivas con nosotros y que en la medida de tus posibilidades cooperes con tu Hermandad que no se acaba el Miércoles Santo sino que permanece viva durante todo el año.
Que el Señor de la Salud y Nuestra Señora de la Caridad, Madre del Amor Hermoso os protejan para que el año que viene podamos vivir otra Cuaresma juntos.
Manuel Gallero Caballero
HNO. MAYOR